Nuestra Villa
Nuestra villa

La iglesia de San Juan, con una torre románica, tiene una portada renacentista. El interior de la iglesia de San Pedro conserva unos buenos retablos barrocos. Cuenta con dos hermosas cruces procesionales del s.XVI. Única población con dos esclusas sobre el Canal de Castilla en su termino municipal (la 6ª y la 7ª).

 San Pedro

Nos acercamos a este primer pueblo de la ribera del Sequillo donde lo primero que sobresale son las pequeñas bodegas particulares que se asientan junto al río por debajo del pueblo.

Merecen ser destacadas dentro del conjunto urbano, las dos iglesias, aunque la de San Juan sólo conserva su portada renacentista  el siglo XVI. Del resto, sólo queda su retablo que hoy se puede contemplar en la catedral de Santander.

 La otra iglesia, San Pedro, gótica del siglo XVII construida sobre otra anterior románica, de la que se conserva la portada del siglo XII, su bóveda de arista en la nave central y las de cañón de lunetos en las laterales, sin olvidar sus retablos barrocos y dos cruces procesionales.

Para finalizar este pequeño paseo por esta localidad, lo mejor es descubrir por uno mismo, los restos de un antiguo edificio gótico con techumbre de madera y portada apuntada al que llaman "El Palacio" o los placeres que nos puede proporcionar un recorrido por el Canal de Castilla.

 

El pueblo se llena de gente en verano, por lo que organizan una fiesta llamada del "Turista", el 11 de agosto, donde se apiñan en torno a la comida que organiza el ayuntamiento y al baile, sin olvidar a los niños, que saltan, ríen y juegan con la espuma que se expande por las calles.

Pero como todos los pueblos tiene una fiesta grande, en este caso dedicada a la Virgen del Castillo, que cada 8 de septiembre es venerada en una solemne misa. También son conocidas como las "Fiestas del Voto" donde las verbenas y los juegos para los más pequeños llenan de color los rincones de este pueblo.